(Petrer)_Cementerio Viejo o Cementeri Vell

 

«...En el centro histórico de Petrer las intervenciones arqueológicas realizadas en las últimas décadas han permitido conocer la ubicación de enterramientos de varias épocas. En el inicio de la calle Mayor se encuentra la posible área funeraria de Villa Petraria (Siglos I-VI). En época andalusí, contaba con tres necrópolis distribuidas por la zona de La Foia, el Derrocat y en el entorno de la calle San Antonio (Siglos XI-XIII). Durante el periodo bajomedieval y parte de la Edad Moderna la zona utilizada como camposanto fue el actual paseo de la Explanada (Siglos XIV-XVI) documentándose una docena de enterramientos.

 

Desde el siglo XVII y hasta 1816, las personas fallecidas debieron enterrarse en la antigua y nueva iglesia de San Bartolomé, si atendemos a la documentación archivística y a la ausencia de inhumaciones de esta época en las excavaciones efectuadas.

 

En 1816 se construyó el que hoy se recuerda como Cementerio Vell y que fue utilizado hasta 1935, año en el que se edificó el actual cementerio que sigue en uso tras varias ampliaciones.

 

Pasaron varias décadas sin que se realizara la obra debido a las dificultades económicas del Ayuntamiento y a la oposición de la población a enterrarse fuera de la iglesia, siendo esta una situación generalizada en la mayoría de los municipios.

 

En abril de 1816 el Ayuntamiento recibió un oficio apremiando a la construcción del mismo, buscándose varios lugares: como primera opción pensaron ubicarlo en el castillo; posteriormente se optó por un bancal a la otra orilla de la rambla aunque también se descartó por carecer de ventilación y por el alto precio que pedían los propietarios. Finalmente se eligió un bancal de 604 m². en El Barxell, presupuestándose la obra en 334 libras para costear los gastos. El cementerio fue bendecido el 3 de junio de 1816, contando con licencia de Juan Pont, provisor y vicario general.

 

El recinto fue utilizado durante todo el siglo XIX y ya desde finales de este siglo se comenzó a planificar un nuevo cementerio más grande que sería inaugurado en 1935, quedando en desuso el antiguo.

 

El Ayuntamiento acordó en sesión plenaria celebrada el 30-X-1969, previa autorización del vicario general del Obispado de Orihuela-Alicante, que se realizaran las obras de demolición del cementerio parroquial, que según el acta había sido clausurado hacía 40 años y se hallaba en estado ruinoso, constituyendo un obstáculo para la necesaria urbanización de la villa. El consistorio concedió un plazo de 30 días hábiles para que las personas interesadas en la exhumación de restos lo comunicasen a las oficinas municipales, a pesar de que ya se había realizado hacía muchos años la exhumación casi total de cadáveres. La demolición del viejo cementerio se hizo efectiva a principios de los años setenta...». (1)

 

«...A partir de la expulsión de los moriscos en 1609, ya con población plenamente cristiana y hasta la construcción del cementerio en 1816, al igual que en el resto de poblaciones, se daba sepultura en la antigua iglesia parroquial, que ocupaba el mismo solar que el actual, aunque tenía unas dimensiones más reducidas y su fachada estaba orientada a la actual placa de Ramón y Cajal… La costumbre de tener los cementerios dentro de los templos, o cuanto más cerca posible de sus muros, persistió durante siglos en toda la cristiandad y perduró hasta el siglo XIX inclusive.

 

Desde el 23 de agosto de 1783, día en que fue consagrado el nuevo templo hasta la bendición del cementerio el 3 de junio de 1816 transcurrieron 33 años, y los enterramientos se continuaron efectuando en la nueva iglesia.

 

Los últimos enterramientos que se efectuaron en el templo parroquial tuvieron lugar después de la Guerra Civil. En verano de 1939, los petrerenses fusilados en Alicante y enterrados en la fosa común del cementerio de esa ciudad, fueron trasladados en comitiva a la iglesia parroquial donde recibieron cristiana sepultura y fueron enterrados en la nave central.

 

Tras numerosas disputas sobre la ubicación del cementerio, se eligió un lugar situado en la parte Norte del pueblo, al otro lado de la rambla de Puça, ya que reunía las mejores condiciones de salubridad.

 

El cementerio se construyó en un tiempo récord -en menos de dos meses- y fue bendecido el 3 de junio de 1816 por el capellán, con licencia de Juan Pont, provisor y vicario general.

 

Se conserva una breve descripción del cementerio con motivo de la visita que efectuó Diego Flores Avellán, decano de Alicante y visitador general de todas las iglesias de la vicaría, el día 10 de febrero de 1817. Dice así: "Al frente tiene su capilla sin otra cosa que la mesa altar y un crucifijo llamado de los Montesinos".

 

En general, aquellos primeros cementerios no tenían casa para los trabajadores ni sala de autopsias. ...Eran espacios reducidos, cerrados de manera defectuosa, sin vegetación y, como máximo, con un altar o capilla, como en el caso de Petrer. Los nichos tenían primacía sobre el resto de construcciones, aunque no era lo correcto desde el punto de vista de la higiene. Sin embargo, ofrecían gran posibilidad para el culto a los difuntos y facilitaban que los entierros se agruparan por familias. En este punto, el ritual dedicado a los difuntos pasaba de ser controlado por la iglesia a manos de los familiares.

 

En 1885 el Ayuntamiento ya acuerda destinar la cantidad necesaria para los gastos de construcción de un nuevo cementerio, disponiendo el cierre del existente para no reunir las condiciones higiénicas correspondientes.

 

Pero, el proceso de construcción del nuevo recinto funerario, como veremos, se retrasó 50 años, hasta 1935. La vigencia del cementerio, en cuanto a los enterramientos, fue de 119 años...». (2)

 

Este cementerio es citado por Madoz: «...PETREL: [...] un cementerio al Norte en sitio ventilado...». (3)

 

(1) Mari Carmen Rico Navarro. El cementeri vell

(2) Fco. Javier Jover Maestre (Coordinador). Vida i mort a Petrer. Historia dels cementeris, 2005.

(3) Pascual Madoz. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar. Madrid, 1849. Tomo XII, pág. 824.

 

Cementerio Viejo antes de su demolición principios de 1970. Francisco Máñez.

 

Nichos del Cementerio Viejo, 1902. J. Bta. Amat.

 

Capilla del Cementerio Viejo, ca 1960. Luis Navarro Sala.

 

Escrituras expuestas de Petrel, 12/12/2013

 

Última actualización: 23/11/2022